No comprendí que ella ocultaba sus verdaderos sentimientos bajo un tono burlón, astucia a la que recurren los corazones púdicos y solitariosa los que se pretende llegar directamente y que hasta el último minuto se niegan con orgullo a entregarse y temen manifestar sus sentimientos. Sólo por la timidez que mostró al iniciar varias veces su frase burlona antes de decidirse a pronunciarla debí comprenderlo todo; pero no adiviné nada, y un mal sentimiento se apoderó de mí.
F. Dostoievski, Memorias del Subsuelo.
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