sábado, 22 de agosto de 2009


Julien se estira y alarga el cuello para ver mejor a Blonde entre el follaje de los frambuesos. Su corazón late fuertemente. ¡Qué bonita es cuando alza así el rostro iluminado! Sus pupilas claras tienen un ardiente resplandor de alegría; rubia con ojos claros, la fresca transparencia de su piel la hace parecer aun más radiante.
- Blonde
- ¿Sí?
- ¿Sabes que te amo?
Ella no dice nada, pero resplandece. Y es maravillosamente consciente de esa luminosidad repentina que acaba de aumentar su encanto.

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